martes, 29 de abril de 2008

“El Plan de Igualdad. Un primer paso hacia la Gestión de la diversidad”. Sofía Segura


El pasado miércoles 23 de abril celebramos uno de nuestros Encuentros Inmerco-SIDI, en los que el objetivo es compartir una jornada reflexionando sobre temas de actualidad e interés para todos. En esta ocasión el tema ha sido: “El Plan de Igualdad. Un primer paso hacia la Gestión de la diversidad”. Tuvimos la suerte de contar con personas de diferente perfil y opinión, que enriquecieron el debate con sus aportaciones y que permitieron abordar el tema desde diferentes perspectivas.

Abrió la jornada Enrique Belenguer, socio-director de Inmerco, introduciendo el tema de la Gestión de la Diversidad. Con dos planteamientos para reflexionar: por un lado, la diversidad como reverso de la globalización; es decir, la convivencia de diferentes culturas, formas de pensar, razas, valores, en definitiva de individuos diferentes, en un mundo en el que se tiende a la globalización, a la universalización, y en el que lo que se persigue es la igualdad de todos, la indiferenciación de los individuos. Por otro lado, Enrique apuesta por la feminización de las empresas como estilo de gestión, de comunicar, de resolver conflictos, es decir, por imprimirles un carácter más próximo, mas humanista.

A continuación, Ramón Montaña, abogado de Monlegal Abogados, nos habló sobre el Entorno legal y las aportaciones del Plan de Igualdad a la Gestión de la Diversidad. ¿Qué debe contemplar la Ley?, ¿A quién obliga? Pero sobre todo, enfocando su discurso hacia la oportunidad que supone para las empresas de reforzar su posición competitiva en el mercado, de aumentar la productividad de sus efectivos, de retener el talento y de mejorar las relaciones con los empleados a través del compromiso.

Roberto Ballester, Gerente de Étnor, abordó el tema desde la perspectiva ética, introduciendo el concepto de la Inteligencia Cultural, entendida como la capacidad de interactuar eficazmente con personas y en entornos culturalmente diversos. Para ello, nos descubre cuatro claves de la gestión de la diversidad: una comunicación fluida que asegure que la información es compartida y comprendida por todos, asegurar el contacto y la interdependencia facilitando comportamientos comunes, la formación, sensibilización y transmisión del valor de la diversidad como tal, y el fomento de la participación en la construcción de la identidad cultural de la empresa.

A continuación, Amalia Belenguer, socia-consultora de Inmerco y Armando Calatayud, Director de Recursos Humanos de Importaco, nos explicaron cómo se desarrolló la Implantación del Plan de Igualdad en Importaco, incidiendo en cada una de las fases en las que se había trabajado; partiendo del diagnóstico de la situación actual, para posteriormente identificar las áreas de actuación, priorizándolas, establecer las acciones de mejora y un calendario para cada acción, definir indicadores de medición, y asignar responsables de cada proyecto; destacando como claves de éxito la importancia de contar con el compromiso de la Dirección general, de hacer partícipes a los directivos, empleados y sindicatos, y de diseñar un plan de comunicación y sensibilización para todo el personal de la empresa.

Llegado este punto, mi participación fue un enfoque orientado a la necesidad de medir para poder controlar. Medir el impacto de la implantación de un Plan de Igualdad en la satisfacción de los empleados, pero no solo desde una perspectiva objetiva, a través de los indicadores diseñados para el seguimiento del Plan, sino desde la percepción de los propios empleados, analizando si las acciones puestas en marcha tienen un efecto positivo como se esperaba, o si por el contrario, este efecto ha sido imperceptible, en cuyo caso habrá que diseñar acciones alternativas que generen el impacto deseado. El objetivo no es actuar de forma reactiva ante imposiciones legales, sino proactivamente, aprovechando la oportunidad para favorecer la motivación, implicación y satisfacción de los empleados a través del compromiso mutuo.

Para finalizar, Marcos Pascual, Director técnico de Inmerco, expuso los resultados de un estudio previo cuyo objetivo era conocer la opinión sobre los Planes de Igualdad. Los resultados del estudio reflejan que el 83% considera que el Plan de Igualdad es algo necesario, si bien el 71% lo percibe como una imposición legal, una obligación a cumplir. Por otro lado, el 80% considera que el Plan de Igualdad tendrá un impacto positivo en la satisfacción y motivación de las personas, y que tanto los hombres como las mujeres se benefician de las políticas de igualdad.

Ha sido un placer compartir estos momentos por haber profundizado en un tema de tan candente actualidad y de un prometedor futuro

Sofía Segura
Socia-consultora de Inmerco

lunes, 14 de abril de 2008

El concepto de “Marca como empleador” por Amalia Belenguer


La preocupación de las empresas ante la escasez de talento y las dificultades en los procesos de incorporación de buenos profesionales ha generado la creación de un nuevo concepto empresarial, el de Marca como Empleador (Employer branding) para referirse a la imagen de la empresa en el mercado laboral.


La gestión de la marca como empleador significa desarrollar una estrategia orientada a reforzar la percepción del mercado, los empleados actuales y potenciales sobre la organización como lugar idóneo para trabajar. Poseer una “personalidad propia” orientada a las personas y ocupada en reforzar y trabajar de acuerdo a las diferentes expectativas demandadas por los individuos, constituye la base de actuación.

Poner en práctica políticas de atracción de personas que generen una marca sólida para los empelados actuales y futuros pasa por desarrollar acciones que demuestren el claro compromiso de la organización con los valores de estos, así como por la puesta en marcha de un eficaz plan de comunicación que de a conocer dichas prácticas y acuerdos.

Una marca de empleador atractiva se convierte en una ventaja competitiva para la empresa que centra sus esfuerzos en “acicalarse” para convertirse en un lugar donde los trabajadores se sientan orgullosos de pertenecer y los candidatos interesados por incorporarse, ante un proyecto de futuro en el que puedan desarrollarse como personas y profesionales, otorgando al trabajo un concepto más amplio e ilusionante.

lunes, 7 de abril de 2008

¿Es posible divertirse trabajando? Por Amalia Belenguer

“Sin humor no hay ilusión y sin ilusión no hay empresa”

Coincidiendo con la publicación del libro “Alta Diversión” de E. Jáuregui y J. Damián han aparecido estos días en la prensa diferentes artículos referentes a la idea que promulgan en su obra y que nos invita a pensar que trabajar no tiene por que ser un suplicio y pretende convencer de que se puede disfrutar en el puesto de trabajo.


Según los autores la diversión y el trabajo no están en absoluto reñidos sino todo lo contrario. No obstante, por causa de la cultura empresarial del trabajo “duro y gris” que hemos heredado, existen una serie de temores y mitos infundados que hacen que muchas personas sigan evitando el humor en su entorno laboral. Recientes descubrimientos científicos sobre los beneficios del humor están cambiando todo esto convenciendo incluso a las organizaciones más tradicionales.

A pesar que el propio vocablo “negocio” etimológicamente significa “negación del ocio” y trabajo tiene su origen en el término latino “tripalium” (yugo de tres palos utilizado para azotar), creo fervientemente que existen otras formas de entender el trabajo, y por propia experiencia afirmo que el trabajo puede concebirse como una forma de construirse y desarrollarse como persona.

Las nuevas generaciones que se incorporan a las empresas tienen una concepción del trabajo diferente y por ello demandan otro tipo de relación y de sistemas de compensación, entre los cuales, estoy bastante convencida que figura la diversión o disfrute del trabajo desempeñado, concepto alejado del aburrimiento, la rutina y el tedio que para muchos individuos supone su responsabilidad laboral.

Consejos de Tom Peters para vender por Amalia Belenguer


He estado releyendo las"reglas de oro" que Tom Peters, gurú del management, aconseja a todo vendedor que se precie.
Sin descubrir nada extremadamente novedoso, me hace reflexionar y reformular sobre estos principios básicos y obvios para la venta. Pero cabe destacar "que lo obvio, tendemos a obviarlo", y es por ello que quiero compartir con vosotros algunas máximas, para mí, fundamentales.


El Buen Vendedor:


1. ¡Conoce su producto! El conocimiento directo del producto es un buen punto de partida, pero siempre hay que buscar más, mucho más.


2. ¡Conoce a su compañía! Usted está vendiendo a su compañía de la misma manera en que está vendiendo su producto o servicio.


3. ¡Conoce a su cliente!. Conocer al cliente, obvio, implica conocer a los individuos con los que se va a tratar.

4. Aman la política, tanto en casa como fuera. Recuerde: Las ventas son política. El saber ser político es esencial para el ejecutivo de ventas.


5. Respetan a sus competidores de manera casi religiosa. No critique a sus competidores. Nada lo infravalora más que criticar a un competidor. La meta es demostrar porque nuestro producto o servicio es mejor, y porque nuestra compañía es una mejor firma.


6. “Ponen micrófonos” en la organización de su cliente. “Poner micrófonos” en la organización de su cliente significa desarrollar relaciones en todos los niveles con la empresa de su cliente.


7. “Ponen micrófonos” en su organización y en las organizaciones de los otros vendedores. Las probabilidades de “ganar la venta” aumentan dramáticamente si un vendedor se apoya en todo el talento de la compañía en la que trabaja.


8. Nunca prometa más de lo que puede cumplir. Esta es otra manera de decir: “la confianza cuenta ... para todo.” La idea aquí es no engañar, incluso si esto significa perder ventas.


9. Vende mediante la resolución de problemas específicos/ creando oportunidades de negocio. Aquí está el “pitch” de ventas: “Nuestro producto resuelve estos problemas específicos…, crean estas increíbles oportunidades…, y le harán ganar un montón de dinero.


Déjeme explicarle exactamente cómo: ...”
Pregúntese: ¿Estoy vendiendo un producto o una “sorprendente y original solución” tan memorable que será recordada al paso del tiempo? Los vendedores no se limitan a vender productos, inclusive si son buenos productos.