domingo, 5 de octubre de 2008

El Pensamiento Positivo

“Espera lo mejor y conseguirás lo mejor.
Espera lo peor y conseguirás lo peor”


Está ampliamente demostrado la fuerza que tienen las expectativas a la hora de predecir nuestros resultados cuando nos enfrentamos a nuevos retos, proyectos o dificultades (la profecía autocumplida) e incluso los resultados de los demás (efecto Pigmalión). La cita del principio de este artículo nos invita reflexionar sobre la influencia de las expectativas sobre los resultados. Al hilo, Henry Ford afirmó: “si crees que puedes o crees que no puedes, estás en lo cierto”. Ambas verbalizaciones nos evocan a pensar en la relevancia real del pensamiento positivo para la obtención de resultados positivos.

En la actualidad las empresas invierten cientos de euros en la formación de sus trabajadores y aún así no se obtienen los beneficios esperados. Las mejoras son escasas en comparación con la inversión realizada. Los trabajadores se nutren de conocimientos y habilidades pero estos no se traducen en mejoras en el rendimiento. Pero, ¿porqué hay tanta gente que no logra alcanzar su pleno potencial en los negocios?

Estamos hablando de actitud. Son muchas las barreras que pueden impedirnos alcanzar el éxito en los negocios: falta de recursos, miedo, objetivos confusos, falta de confianza, baja autoestima...Estas barreras pueden ser internas y por lo tanto susceptibles de ser controladas por nosotros, o externas, no controlables directamente. Es sobre las primeras sobre las que debemos centrar nuestros esfuerzos pues, hasta que no logremos derribarlas no alcanzaremos nuestros objetivos.

Scott W. Ventrella, fundador de la Positive Dynamics o Dinámicas Positivas nos confirma en “El poder del pensamiento positivo en los negocios” que no bastan los conocimientos y habilidades para conseguir nuestro máximo potencial, sino que es la actitud positiva la que nos permitirá derribar esas barreras internas. La negatividad es aprendida. Somos pensadores positivos cuando nacemos o ¿acaso ha visto usted algún bebé negativo?

¿Qué debemos hacer para redescubrir la positividad perdida? Scott nos traza un “mapa” de siete pasos hacia el pensamiento positivo:

1. Defina la situación: Una descripción corta y concreta del problema de negocio y de la gravedad emocional de la situación.

2. ¿Qué es lo que se dice a usted mismo?: La opinión que tenga hacia cualquier situación puede actuar en su beneficio o en su contra. “Piense positivo y será positivo. Piense negativo y será negativo”.

3. ¿Qué resultado desea obtener?: Una vez definida la situación y enfocada de forma positiva está en condiciones de especificar el resultado que desea obtener.

4. Acceda a los rasgos positivos: Los diez rasgos de un pensador positivo son: optimismo, entusiasmo, fe, integridad, valentía, confianza, determinación, paciencia, calma y foco.

5. Ensaye mentalmente la situación: Ensayar mentalmente cada uno de los aspectos y emociones del resultado aumenta ostensiblemente las garantías de éxito.

6. Entre en acción: Es el momento de ejecutar la acción positiva.

7. Evalúe los resultados: La reflexión posterior sobre la acción llevada a cabo y los resultados obtenidos es condición sine qua non para la mejora del rendimiento futuro.

El pensamiento positivo es creer en las posibilidades aun cuando los hechos parezcan indicar lo contrario. Los contratiempos son inevitables, son una parte más de la vida. Es cuando miramos a los problemas y retos de frente cuando logramos aprender y crecer.

“Todo lo que no me mata me hace más fuerte”
Nietzsche

2 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante teoría, estoy totalmente de acuerdo, el optimismo condiciona nuestra forma de actuar y al final los resultados. En todos los ambitos, no solo en la empresa. Por lo que se refiere a los empleados, es complicado motivarlos para que sean optimistas porque sus vidas privadas influyen en mayor medida en sus sentimientos. Aun así pienso que si se pueden hacer cosas para mejorar la calidad de vida de los empleados, con ello aumentaríamos su rendimiento y sus ganas de aprender y mejorar, pues cuando uno es feliz, transmite optimisto y confianza en si mismo, y eso es una gran ventaja a la hora de hacer negocios.


Bueno un abrazo, y en especial a Luismi (soy Manel desde Francia) nos vemos pronto.

CIAO!

Luismi dijo...

Ey Manel, gracias por el comentario. Me alegro de que estés de acuerdo con el planteamiento. Algo que es obvio y que suficientemente demostrado es que las expectativas que tengamos hacia cualquier tarea o desafío, tienen una gran repercusión en los resultados que vayamos a obtener. Ahora estoy intentando ponerlo en práctica en mi vida, que es el paso siguiente a haber escrito el artículo.

Abrazos desde España