miércoles, 13 de febrero de 2008

Com-partir conocimientos (II)

En el pasado artículo terminaba con estas preguntas que, como imaginaba, han producido no pocas reacciones, decía:
¿Hasta dónde debemos compartir conocimiento?
¿Con quienes?
¿Solamente en el marco de nuestra empresa? ¿O quizás debamos ver un poco mas allá y establecer acuerdos, hasta con nuestros competidores?
¿Ingenuidad? Tal vez.
El prestigioso pensador y periodista Alberto Auné, citado en el referido articulo, nos respondía a ese artículo a través del blog de INMERCO http://inmercoequiposhumanos.blogspot.com/ con estas palabras (*)…”el intercambio se impone, y si quien busca progresar recibe de sus superiores aliento e ideas, que son conocimiento, podrá ascender sin ocupar el puesto de quien le ha brindado este apoyo. Respecto al compartir conocimiento con competidores, parece ser algo acotado. Hay secretos propios de cada empresa. Sin embargo, hay un terreno neutral donde es posible acercarse, como los seminarios y cursos sectoriales. Allí todos aprenden de todos... sin hablar de temas privados.”
Desde mi punto de vista, dentro y fuera de la empresa encontramos dos categorías de profesionales: los que comparten conocimientos y quienes solo lo acumulan para sí, a mi no me gustan los segundos, por cicateros y egoístas.
No confío en quienes no confían. La tacañería impide ver mas allá de sus propias narices, y, la falta de amplitud de miras, de poder vislumbrar nuevos horizontes, es un mal demasiado extendido que frena el progreso de todos, incluido el del tacaño. ¿Condición humana?
El profesor de ESADE y amigo, Xavier MENA, cuenta en sus clases de economía la historia de dos exploradores que, “hallándose en un safari, fueron sorprendidos por un hambriento león. Mientras que corrían escapando de tan certero peligro, uno le dijo al otro: es inútil que sigamos corriendo, el león es mas rápido que nosotros, a lo que su compañero de aventuras le respondió, si, ya se que el león corre mas que nosotros, lo que yo pretendo es correr mas que tu”.

O tu o yo, o gano y pierdes, o pierdo y ganas , ¿ y me pregunto sino cabe otra situación que los juegos de suma cero? o, dicho de otra manera, lo que yo gane es el resultado de lo que tu pierdas (+1 y -1 = 0) y al revés, lo que yo pierda es lo que tu ganes (-1+1= 0 ).

Esto desde mi punto de vista es un grave error, una falta de visión amplia, es una vez mas fruto de la miopía del quehacer diario, que impide tener perspectiva de futuro de darse cuenta que la cooperación puede y debe llevar aparejada mas beneficios , que la inhibición. Creo en los juegos de suma positiva en el “ganar ganar” ( 1+1= 3)
Y es que me gustan aquello profesionales de cualquier terreno quienes defendiendo lo que les favorece, también observan lo que en el futuro les puede beneficiar, quienes compiten ensanchando el campo de acción a base de innovación, quienes sin olvidar la protección de su empresa ayudan a construir un sector fuerte y competente.
Hammel y Prahalad en "Compitiendo por el futuro", plantean cuestiones esenciales que refuerzan lo que digo:
· ”¿Qué porcentaje de nuestros esfuerzos por conseguir ventajas dedicamos a dar alcance a nuestros competidores y cuál A CONSEGUIR VENTAJAS NUEVAS para el sector?
· ¿Qué nos dicta nuestro programa de transformaciones?¿Lo que hacen nuestros competidores o nuestra visión PERSONAL del futuro?
· ¿Hasta qué punto somos, como directivos, técnicos de mantenimiento que trabajamos con lo que tenemos, o ARQUITECTOS que diseñamos el futuro?”
Debemos diseñar nuestro futuro a través del diseño y construcción de nuestra empresa, con nuestros propios valores y nuestra forma de hacer, difundir y compartir conocimientos, no nos puede perjudicar si nuestro saber hacer es genuino, propio, al fin y a la postre la ventaja competitiva está en el saber implementar la teoría, no solo en conocerla. La visión corto-placista, egocéntrica evidencia desconfianza, pero el Progreso y la Innovación aparecen con fuerza dentro de sistemas abiertos y cooperantes, sistemas donde la información fluye enriqueciendo a todos los componentes, donde las estructuras lineales, por ser lentas en el flujo informativo, están dejando paso a las estructuras en forma de red, por ser rápidas y eficientes, que las ideas como ventaja competitiva de antaño, evolucionan a ideas de intercambio (yo te doy tu me das) Que el conocimiento de propiedad exclusiva evoluciona hacia el conocimiento

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